LA MORALIDAD Y LA JUVENTUD POSTMODERNA
- ¿Cuál es el sentido de las habilidades sociales?
- ¿Cuál es el sentido de las emociones?
- ¿En qué consiste la participación?
- ¿De qué
forma los jóvenes pueden participar socialmente?
- ¿Cómo influyen las emociones a la hora de participar?
- ¿Cómo se realciona la partición con las habilidades sociales?
- Lee atentamente el siguiente texto y escribe en una página tu opinión teniendo en cuenta la importancia de la participación individual y colectiva, teniendo como base
SER MENOS OBJETO Y MÁS SUJETO
(Ideas de Juan e. Díaz Bordenave acerca de la participación)
La participación no es sólo un instrumento para la solución de
problemas, sino, sobre todo, una necesidad fundamental del ser humano. Es el
camino natural para que el hombre canalice su tendencia innata a realizar, a
hacer cosas, afirmarse a sí mismo y dominar la naturaleza y el mundo. Su
práctica envuelve la satisfacción de necesidades no menos básicas, como la
interacción con los otros hombres, la autoexpresión, el desarrollo del
pensamiento reflexivo, el placer de crear y recrear cosas y la valorización de
sí mismo por los demás.
La participación tiene dos bases complementarias: una base afectiva
(participamos porque sentimos placer en hacer cosas con otros) y una base
instrumental (participamos porque hacer cosas con otros es más eficaz y
eficiente que hacerlas solos).
Entender lo que es la participación tal vez sea más fácil si
comprendemos la no participación, o sea, el fenómeno de la marginalidad: quedar
fuera de alguna cosa, al margen de un proceso, sin intervenir.
La participación no consiste en la recepción pasiva de los beneficios de
la sociedad, sino en la intervención activa de su construcción, que es hecha a
través de la toma de decisiones en las actividades sociales en todos los
niveles.
Participación viene de la palabra PARTE, es SER PARTE, TOMAR PARTE,
TENER PARTE. Pero es posible ser parte sin tomar parte. La participación no es,
entonces, cuánto se toma parte, sino cómo se tiene parte.